De caza. A la saga. Buscando una nueva presa. Buscando pescar el pez de oro sin haber tejido previamente la red de oro. O sea, un imposible. Como todos esos objetivos que me propongo sin saber que están más allá de mi alcance. Una empresa que desde el comienzo está destinada al fracaso. No es pesimismo. Es afán por la frustación constante. Es sueño de grandeza. Es inconsciencia premeditada. Es un salto hacia adelante. Siempre hacia adelante. Hasta que la pared se materializa en toda su realidad. Nunca atacar con una mano adelante y otra atrás. Todas las cartas a ganador. Arriesgar hasta lo que no tengo. Para recuperar la sensación perdida de sentirme en bolas y la brisa sobre las partes olvidadas. Pues es eso y muchos círculos viciosos. Y una brújula rota.
Palermo, Junio de 2008.