viernes, 11 de julio de 2008

Beso otoñal



Cuánto me cuesta todo. Por empezar, escribir. Meses conviviendo con una escritora en vano. Me cuesta hacer. Me cuesta decidir. Me cuesta hablar. Estoy viviendo el duelo migratorio, parece. Duelo que tendría que haber hecho antes. Duelo que tendría que haber hecho antes que apareciera Adriana. Como sí hice antes otra vez. Pero esta vez, se ve que no pude. Que era tanto el dolor que creía que se me avecinaba, que preferí evitarme hacer el dolo. Y así me fui con un excesivo exceso de equipaje. ¿Y ahora? Son los pasos perdidos. Como los de Alejo Carpentier.

Palermo, Junio de 2008.

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