sábado, 19 de abril de 2008

Olives



¿A quién le escribo? ¿A quién le hablo? ¿A qué ser le dedico la mayoría de mis pensamientos?
Una mujer que sueña con sultanes y Scherezades. Sueña con cuerpos reflejados en espejos empañados. Ese ser dice que sueña conmigo. Y yo le creo. Le creo todo lo que dice. La admiro como mujer, como niña grande que es. Y dice que me ama. Y yo le creo. Y creerle me hace bien y me hace mal. Ella no cree en el azar. Cree que estamos determinados a encontrarnos. ¿Y quién, amigos, quién puede resistirse a creerle? ¿Quién podría siquiera pensar en contradecirla?...
Buenos Aires, Abril de 2008.

1 comentario:

Santiago de Cayeta dijo...

Dime que me equivoco cuando te digo que te quiero tanto así Carozo lejano. Dime que me equivoco cuando pienso que no hay nadie mejor. ¿Podrías? Quizás... pero me taparé los oídos y te escucharé con los labios. Tú eres una imagen justa en mí. No importa lo que digas. Si dices algo malo de ti, es mentira.