Nunca pensé encontrarme grabado en una pared, en otro país, en una ciudad que nunca visité. Pero alguien estuvo ahí por mí (quizá yo) antes que yo. Un mensaje cifrado. Una primer vuelta al principio. Una boca que come su cola. No sé qué significa. Espero sin embargo estar yendo en la dirección correcta. Espero reencontrarme conmigo mismo, con mi niño que algún día dejé de ser. Con mi CHIN.
Buenos Aires - Colonia, febrero 2008.
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