lunes, 17 de marzo de 2008

Morir en la playa





Si uno pudiera elegir... el lugar, el momento. Si uno pudiera elegir el paisaje último que los ojos detrás de los lentes miren. Si me dieras a elegir un último bocado para saborear, un último instante, un último recuerdo. Si en mi agonía final mi lucidez me permitiera pensar...
Si mi memoria recuperara todo su vigor. Y aunque aún no me amaras y aunque ya te hayas ido. Si fuera pez y mi destino me llevara a la playa a morir seco al sol...
En todos los silencios estás tú. Tú. Vos. Más allá de los granos de arena fría que nos separan.


Barra do Chuí - Punta del Diablo, febrero 2008.

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