Cuando somos niños algunos creemos en monstruos, alimentados por los miedos ancestrales. Esos temores a la oscuridad, al hombre de la bolsa, al cuco, a las gitanas "que roban chicos" luego se convierten en otra cosa. Cuando somos mayores, los miedos siguen pero cambiados. Nos acosan en pesadillas, no nos dejan dormir, nos hacen tomar decisiones o también no tomarlas. ¿Pero son los mismos monstruos que nos acosan nuevamente? La calesita veloz que puede hacerte caer es ahora un mundo económico que nos obliga a trabajar sin cesar en empresas capitalistas. Lo peor de nosotros es el miedo. El temor que nos pone irascibles, agresivos, cautos, descorteses. Todos llevamos un niño dentro, pero también un potencial asesino. Hitler también tuvo infancia.
Ahora se supone que el hombre de la bolsa es el gobierno que te puede quitar todo si no pagas los impuestos; las gitanas son tu ex-esposa que no te deja ver a tus hijos. Perder algo para siempre, ser infeliz toda la vida, que nadie te quiera, ver morir a las personas que querés, contraer una enfermedad mortal y dolorosa, ver tus sueños escurrirse entre el presente y el pasado. Miedo a no saber, a no poder, a no hacer. A hacer mal. A hacer mal. Mal. Mal. Todo mal. Matar. Morir. Pasar sin pena ni gloria. No trascender. No plantar un árbol, no escribir un libro, no tener un hijo. No. No. No. Prohibiciones. Moralistas católicos. Culpa católica. Infierno. No saber qué hay más allá del más acá. ¿Dónde están nuestros muertos? ¿Por qué insistimos en hablarle a un Dios que no existe? ¿Por qué? ¿Por qué, aparte de fotos, aquí hay tantas preguntas y tan pocas respuestas?
Hablo de miedos. Y no me fui del eje. Las fotos aparecen solas. Se imponen, son flashes, eternizaciones de parpadeos de los ojos detrás de los lentes. Y luego se organizan solas. Se acomodan, se autotitulan, se reúnen en series. Y luego las vuelvo a mirar. Y me generan pensamientos que se sedimentan en palabras. Y esas palabras son muchas veces frases con signos de pregunta, no?
Última pregunta de alguien con miedo para alguien que conozco que tiene miedo: ¿No te cansaste ya de tener miedo?
Parque Chacabuco - Caballito -Flores, Abril de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario